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    jueves, 27 de septiembre de 2018

    NOVENA EN HONOR A SAN FRANCISCO DE ASIS 4


    NOVENA EN HONOR A SAN FRANCISCO DE ASIS 4



    Introducción

    (Para ser rezada todos los días)

    Celebrante: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
    La paz del Señor esté con ustedes.

    Todos: Paz y bien.

    Vamos a recitar en dos coros el cántico de las criaturas que san Francisco compuso para alabanza y gloria de Dios.

    A) Altísimo, Omnipotente, Buen Señor,
    tuyas son las alabanzas, la gloria y el honor;
    tan sólo Tú eres digno de toda bendición
    y nunca es digno el hombre de hacer de Ti mención.

    B) Loado seas por toda criatura, mi Señor,
    y en especial por el hermano sol
    que alumbra, y abre el día, y es bello en su esplendor
    y lleva por los cielos noticias de su autor...

    A) Y por la hermana luna, de blanca luz menor,
    y las estrellas claras que tu poder creó
    tan limpias, tan hermosas, tan vivas como son, 
    y brillan en los cielos: ¡Loado, mi Señor!

    B) Y por la hermana agua preciosa en su candor,
    que es útil, casta, humilde: ¡Loado, mi Señor!
    Por el hermano fuego que alumbra al irse el sol
    y es fuerte, hermoso, alegre: ¡Loado, mi Señor!

    A) Y por la hermana tierra que es toda bendición
    la hermana madre tierra que da en toda ocasión
    las hierbas y los frutos y florees de color
    y nos sustenta y rige: ¡Loado, mi Señor!

    B) Y por los que perdonan y aguantan por tu amor
    los males corporales y la tribulación:
    ¡Felices los que sufren en paz con el dolor
    porque les llega el tiempo de la coronación!

    A) Y por la hermana muerte: ¡Loado, mi Señor!
    ningún viviente escapa de su persecución:
    ¡Ay, si en pecado grave sorprende al pecador!
    ¡Dichosos los que cumplen la voluntad de Dios!
    No probarán la muerte de la condenación.

    B) Servidle con ternura y humilde corazón
    agradeced sus dones, cantad su creación
    las criaturas todas, ¡Load a mi Señor!

    Todos: Amén.

    Cuarto día
    Justicia y misericordia

    Celebrante: Justicia y Misericordia, al contrario de lo que muchos piensan, no son contrarias, sino que se complementan. No puede haber misericordia donde antes no se establece la justicia, y es inconcebible la justicia sin la misericordia. Por la justicia reconocemos los derechos inalienables de todas las personas; por la misericordia socorremos a nuestro prójimo cuando está necesitado de ayuda, sabiendo que quien sufre tiene derecho a ser consolado. Consideremos en este cuarto día de nuestra novena, la actitud del cristiano ante las exigencias de justicia y de misericordia.

    La Palabra de Dios.
    Monitor: Moisés nos advierte que la justicia no hace distinción de personas y que hacer distinciones al juzgar es injusto. Los derechos fundamentales son iguales para todos. Y posición social, nivel cultural, situación económica, etc., no confieren a nadie privilegios que afecten el derecho de los demás.

    1er. Lector: Lectura del Libro del Deuteronomio (Deut 1, 16-17a).
    "Y di esta orden a los jueces: ustedes atenderán las quejas de sus hermanos,  y decidirán, sea que el pleito oponga un israelita a su hermano, o bien un israelita a uno de los extranjeros que viven en medio de nosotros. Cuando juzguen, no se dejarán influenciar por persona alguna, sino que escucharán lo mismo al pobre que al rico, al poderoso que al débil, y no tendrán miedo de nadie, porque actuarán en lugar de Dios."

    Todos: Señor, haz que tengamos justicia en nuestra relación con el prójimo.

    El testimonio de Francisco
    Monitor: Francisco sabe hallar el sentido de justicia y de misericordia, reconociendo concretamente el derecho de los pobres a los bienes necesarios para su vida y salvación. Sabemos que Francisco amaba a todos los hombres, pero tenía especial predilección por los pobres y oprimidos porque percibía que estos eran privados hasta de lo más esencial.

    2o. Lector: Lectura de la Vida de San Francisco según San Buenaventura (Buenav., 8,5).
    "Porque, como verdadero cristiano, Francisco veía en todos los pobres la semejanza de Cristo, daba con corazón abierto al primero que veía no solo los mantos que había recibido..., sino que llamaba a eso hacer una restitución, como si los pobres hubieran sido los propietarios de aquello. Teníamos prestados estos mantos, decía él, hasta encontrar uno más pobre que nosotros."

    Cántico o breve reflexión

    Ansia de justicia en el día de hoy

    Monitor: En todo el mundo, la Iglesia está denunciando las injusticias escandalosas que persisten en la sociedad. Pero los hombres parecen sordos y sólo escuchan lo que les interesa. es necesario que nosotros los cristianos no nos dejemos  engañar y luchemos por el establecimiento de la justicia porque

    A) Se concede privilegios a los ricos, pero a los pobres hasta sus mismos derechos les son negados.
    B) Muchos son los marginados que no tienen ahora mismo lo necesario para su alimentación y vestido.
    A) Pocos disfrutan de tal opulencia que pueden satisfacer cualquier capricho.
    B) Es fácil encontrar disculpas para acusar a los más pobres como si fueran los responsables de su propia penuria.
    A) Pero nada encubre el hecho de que las estructuras sociales son injustas.
    B) Se intenta disfrazar la justicia a través de actos de "falsa misericordia".

    Todos: Como si fuera posible que fuéramos misericordiosos, siendo injustos.


    La Palabra de la Iglesia.

    Monitor: La realización plena de la justicia es una exigencia evangélica, frente a la cual los hombres no se pueden esto es lo que nos enseñan los obispos Latinoamericanos reunidos en Medellín en 1968.

    3er. Lector: Lectura de las conclusiones de la Segunda Conferencia General del episcopado latinoamericano. (1,5)
    "La búsqueda cristiana de la justicia es una exigencia de la enseñanza bíblica. Todos los hombres somos humildes administradores de los bienes. En la búsqueda de la salvación debemos evitar el dualismo que separa las tareas temporales de la santificación. A pesar de estar rodeados de imperfecciones, somos hombres de esperanza. Creemos que el amor a Cristo y a nuestros hermanos será no solamente la gran fuerza liberadora de la injusticia y la opresión, sino la inspiradora de la justicia social, entendida como una concepción de la vida e impulso para el desarrollo integral de nuestros pueblos."

    Homilía o reflexión dirigida

    Preces:

    Celebrante: En los días actuales se hace necesaria la presencia actuante de los cristianos en defensa de los que padecen injusticias. Pidamos a Dios que como nuestro padre Francisco, espejo de justicia y misericordia, tengamos la disponibilidad para con nuestros hermanos necesitados.

    1. Que jamás nos acobardemos al ser llamados a defender la verdad y la justicia porque
    Todos: Sin justicia, no puede haber cristianismo.

    2. Que tengamos valor para colocarnos en defensa de los que padecen injusticias, porque
    Todos: Sin justicia, no puede haber cristianismo.

    3. Que sepamos cómo ayudar a aquellos que nada tienen, pero que tienen el derecho de tener, porque
    Todos: Sin justicia, no puede haber cristianismo.

    4. Que seamos consecuentes en confesar y reparar nuestras faltas contra nuestros hermanos, porque
    Todos: Sin justicia, no puede haber cristianismo.

    5. Que en nuestro obrar la misericordia sea el coronamiento de la justicia  y no su disfraz porque
    Todos: Sin justicia, no puede haber cristianismo.

    6. Que estemos siempre prontos a responder con justicia y misericordia a los llamados que nos hacen porque
    Todos: Sin justicia, no puede haber cristianismo.

    Celebrante: Señor, danos el temple y el valor de San Francisco para que podamos, en cualquier circunstancia, defender la causa de la justicia y para ser misericordiosos así mismo con nuestros enemigos. Por nuestro Señor Jesucristo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo.
    Todos: Amén.


    Conclusión (para todos los días)

    Celebrante: Hermanos, vamos a recitar (cantar) todos juntos la oración de San Francisco.

    A) Señor, hazme instrumento de tu paz.
    B) Donde haya odio, lleve yo amor;
    A) Donde haya ofensa, lleve yo perdón;
    B) Donde haya discordia lleve yo unión;
    A) Donde haya duda, lleve yo la fe;
    B) Donde haya error, lleve yo la verdad;
    A) Donde haya desesperación, lleve yo la esperanza;
    B) Donde haya tristeza, lleve yo alegría.
    A) Donde haya tinieblas, lleve yo la luz.
    B) Oh, Maestro, haz que no busque ser consolado, sino consolar.
    A) Ser comprendido sino comprender.
    B) Ser amado, sino amar.

    Todos: Pues es dando que recibimos,
    es perdonando que somos perdonados,
    y es muriendo que nacemos a la vida eterna.

    Bendición de San Francisco

    Celebrante: El Señor los bendiga y los guarde.

    El Señor les muestre su faz y tenga misericordia de ustedes
    Todos: Amén.

    Celebrante: El Señor vuelva hacia ustedes su rostro y les dé su paz.
    El Señor les bendiga:
    Todos: Amén.

    Celebrante: Que el Señor Dios, por los méritos de Francisco, les conceda toda la Paz y todo el Bien.





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    Articulo Revisado: NOVENA EN HONOR A SAN FRANCISCO DE ASIS 4 Calificacion: 5 Revisado por: Fr. Arturo Ríos Lara
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