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    miércoles, 24 de junio de 2020

    El que cumpla la voluntad de mi Padre

    El que cumpla la voluntad de mi Padre
    Jueves 25 de junio
    ¡Paz y Bien!
    Evangelio
    Mateo 7, 21-29

    En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "No todo el que me diga: ¡Señor, Señor!, entrará en el Reino de los cielos, sino el que cumpla la voluntad de mi Padre, que está en los cielos. Aquel día muchos me dirán: ¡Señor, Señor!, ¿no hemos hablado y arrojado demonios en tu nombre y no hemos hecho, en tu nombre, muchos milagros?˜ Entonces yo les diré en su cara: ˜Nunca los he conocido. Aléjense de mí, ustedes, los que han hecho el mal˜.


    El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica, se parece a un hombre prudente, que edificó su casa sobre roca. Vino la lluvia, bajaron las crecientes, se desataron los vientos y dieron contra aquella casa; pero no se cayó, porque estaba construida sobre roca.

    El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica, se parece a un hombre imprudente, que edificó su casa sobre arena. Vino la lluvia, bajaron las crecientes, se desataron los vientos, dieron contra aquella casa y la arrasaron completamente".

    Cuando Jesús terminó de hablar, la gente quedó asombrada de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas.
    Palabra del Señor


    Reflexión

    Jesús concluye esta gran catequesis sobre la vida cristiana con la invitación a vivirla. No se trata de ser "oyentes" de la palabra de Dios, sino actores; se trata, pues, de ponerla en práctica.


    El hacer milagros, sanar personas, expulsar demonios, no es un signo de pertenencia a Jesús; estos signos pueden ser hechos también por obra del maligno. Por ello, no basta decir: "¡Señor, Señor!", sino vivir de acuerdo al Evangelio. Quien se dedica sólo a "escuchar" la palabra de Dios, y no hace un verdadero esfuerzo por vivirla, termina con una vida destrozada. En cambio, quien toma el camino angosto y entra por la puerta estrecha que conducen a la vida, encontrará que su vida se construye en la paz y la armonía interior. 

    El Evangelio no es una filosofía, sino la proposición concreta de Jesús a adoptar un estilo de vida cimentado en el amor, una vida que es capaz de resistir todos los embates de la vida y permanecer en pie, una vida que no se deja vencer por las crisis sino que las supera y en ello manifiesta la solidez de su fe y su amor al Resucitado.
    ¡Feliz Jueves!




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    Articulo Revisado: El que cumpla la voluntad de mi Padre Calificacion: 5 Revisado por: Fr. Arturo Ríos Lara
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