A propósito de hoy…
CONTIGO IRE, SEÑOR
Si soy padre, hablaré a mis hijos
de tu poder y de tu gracia
que eres PADRE que protege y anima
que habla, con autoridad, en momentos de indecisión,
y corrige con palabras de comprensión.
CONTIGO IRE, SEÑOR
Si soy madre, les transmitiré a los míos
el amor y la ternura que se dan en tu corazón.
Les haré ver que, en Tí, está la salvación
que tus brazos siempre esperan
que en tu regazo siempre hay un lugar
para, después del pecado, volver al encuentro
CONTIGO IRE, SEÑOR
Si soy hijo, daré gracias a tu nombre.
Por la juventud de mis días
porque, tal vez sin aún yo saberlo,
me llamas a ser de los tuyos
a ser profeta, sacerdote
o amigo que anuncie tu Reino.
CONTIGO IRE, SEÑOR
Si soy sacerdote,
levantaré una y otra vez mis manos hacia el cielo:
para buscar tu fuerza y tu presencia
para que nunca les falte a tus hijos
el pan consagrado de la Eucaristía
o la fortaleza de tu Santo Espíritu.
El perdón, cuando el pecado asoma
Tu Bendición, cuando el mundo
deja de sorprendernos y nos deja tirados en el suelo
CONTIGO IRE, SEÑOR
Si soy cristiano,
bendeciré tu nombre.
Porque me llamas a ser instrumento de tu amor
Porque permites que sea de los tuyos
Porque me hablas de una ciudad eterna
Porque me dices que, los que viven junto a mí,
lejos de ser adversarios, son hermanos.
Porque, cumplir la voluntad de Dios,
sus bienaventuranzas y sus mandamientos
es camino seguro para llegar a buen puerto.
CONTIGO IRE, SEÑOR
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