A propósito de hoy...
¡APARTATE, SEÑOR!
Porque, siendo como eres Dios,
no mereces una compañía como la mía.
Porque, siendo como eres Eterno,
mi vida se conforma, demasiadas veces,
con lo efímero, vacío o caduco.
¡APARTATE, SEÑOR!
Porque tu belleza
pone al descubierto la mentira de mi existencia
Porque, siendo como Tú eres,
insistes, una y otra vez,
en aquellas puertas en las que hace tiempo
los nudillos de mi mano dejaron de golpear.
¡APARTATE, SEÑOR!
Tú me invitas a intentarlo de nuevo,
y yo doy marcha atrás allá donde no veo éxito
Tú me animas a mirar hacia el horizonte
y sigo empeñado en instalarme en el pasado
Tú te fías, de mis pobres fuerzas,
cuando yo, frecuentemente,
dudo de que Tú me apoyes en mis luchas.
¡APARTATE, SEÑOR!
Temo tirar la toalla, si el sol no brilla
Si la suerte no sale a mi encuentro
Si, las dificultades, son más grandes
que mi capacidad para hacerles frente
¡APARTATE, SEÑOR!
Que, mis pecados, me abruman
Que, mis pecados, me paralizan
Que, mis pecados, hacen que me sienta
como alguien que traiciona
a Aquel que es Dios bajado del cielo
Que, mis pecados y mi vida vacía,
me impiden amarte como mereces
me condicionan seguirte como Tú exiges
me imposibilitan servirte como, Tú Señor, requieres
Amén.
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