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    domingo, 20 de marzo de 2022

     

    A propósito de hoy…


    ¿QUÉ FRUTOS, SEÑOR?

    Me pides confianza y, por lo que sea,

    prefiero mirar hacia atrás

    que saborear y soñar con lo que en Ti me espera

    Deseas el fruto de mi constancia y, a lo mejor,

    me dejo enredar por los hilos de la pereza,

    la tibieza o las dudas, la fragilidad o la torpeza.

    Sueñas con un futuro bueno para mí,

    y me encuentras soñando con otras cosas

    con otras instancias que no son las tuyas

    con una tierra muy distinta a la que Tú me ofreces.

    Estoy en la higuera, pero la higuera de mi vida,

    no siempre fructifica en lo santo, noble y bueno.

    Miras a las ramas de mis días

    y, lejos de comprobar cómo despuntan sus yemas

    me limito a vivir bajo mínimos, 

    a dar aquello que me conviene y no me molesta

    a fructificar, poco o nada, si no es beneficio propio.

     ¿QUÉ FRUTOS DARTE, SEÑOR?

    Mira mi miseria,

    y dejándome arrastrar por tu riqueza

    ojalá recojas de mí aquello que a tu Reino convenga

    Acoge mi buena voluntad,

    y lejos de echarme en brazos de la vanidad

    descubra que, sólo Tú y siempre Tú,

    eres la causa de lo bueno que brota en mí.

    Perdona mi débil cosecha,

    y, sigue sembrando Señor, para que tal vez mañana

    puedas despertar, descubriendo en mí

    aquello que, hoy, brilla por su ausencia:

    frutos de verdad y de amor

    de generosidad y de alegría

    de fe y de esperanza

    de confianza y de futuro

    de vida y de verdad.

    Y no te canses, Señor, de visitar tu viña, 

    tal vez hoy, puede que no, 

    pero mañana, con tu ayuda y mi esfuerzo,

    brotará con todo su esplendor

    la higuera de mi vida

    Amén





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    Articulo Revisado: Calificacion: 5 Revisado por: Fr. Arturo Ríos Lara
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