A propósito de hoy…
EL MEJOR MANANTIAL PARA LA NAVIDAD
Iba Dios buscando un manantial profundo y cristalino
Anhelaba Dios, un manantial, que cuando diese agua,
más se llenase por dentro
Quería Dios, un manantial, en el que al mirarse,
su rostro divino, sin dificultad alguna, se reflejase
Añoraba Dios, un manantial, que fuese descanso
y ayuda para la humanidad
Pensaba Dios, en un manantial, obediente
y que se dejase tocar en sus entrañas
Idealizaba Dios, con un manantial,
que aún siendo pobre, al dar se hiciera rico
Codiciaba Dios, un manantial, que no tuviera reservas en sí mismo
Hambreaba Dios, un manantial, donde su poder estuviera no tanto en la fuerza
externa, cuanto en el empuje interno
Y, un buen día, Dios atinó con ese manantial:
Acarició con su mano poderosa sus sencillos entresijos
le habló con voz de enamorado
sembró en él con amor de Padre.
Lo cuidó, como sólo Dios, sabe hacerlo
Lo examinó en las dificultades
para comprobar la consistencia de sus muros
y, para que estuviera protegido, le puso un guardián al frente
¿Queréis saber su nombre?
No lo penséis más.
El nombre de ese prodigioso y buscado manantial es: MARIA
De su profundidad y de su paz,
Por su obediencia y por su fe
de su belleza y de su pureza
por su transparencia y gigantesco corazón
nos vendrá, en la noche de Navidad,
todo lo que Dios hizo en Ella: JESUS
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