A propósito de hoy…
TE MIRO, SEÑOR
Y no salgo de mi asombro;
viniste pequeño en Belén,
y te empeñas en humillarte
para subir, rebajándote de nuevo,
a la crudeza de un madero.
TE MIRO, SEÑOR
Y admiro la belleza de tu amor;
tan universal y tan gigante,
tan caritativo y desprendido,
tan cierto y tan nítido
¿Dónde el secreto de tu generosidad?
TE MIRO, SEÑOR
Y comprendo que el mundo te necesita
que no vamos bien si no te miramos
que, a la vuelta de la esquina,
nos abandona tanto absurdo que ensalzamos.
TE MIRO, SEÑOR
Y la oscuridad se convierte en torrente de luz
La duda en profesión de fe
La tiniebla en rayo de sol
El fracaso aparente, en amor redentor
TE MIRO, SEÑOR
Eres estandarte del amor verdadero
Eres árbol en el que se clavan nuestras miserias
Eres salud que sana a todo enfermo que te mira
Eres fortaleza para el débil que te suplica
TE MIRO, SEÑOR
Y compruebo que eres lo que siempre me dijeron:
Amor sin farsa
Amor sin tregua
Amor que se da y se entrega
Amor que sólo sabe eso…salvar al hombre.
Amén.
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