Capítulo III
De la fertilidad de esta Provincia y de los frutos que en ella se recogen
No sé que la ubérrima Tinacria sea más fértil y copiosa que esta provincia de Michoacán, pues no tan solamente es abundante en frutos de la tierra, como son maíz, chile, frijol, cera, miel y algodon, de que se hace muy buena ropa y corriente, gallinas, infinita caza de liebres, conejos y venados y muchas y varias frutas, sino también en los frutos de Castilla es tan fértil, que lo que se ve en esta provincia, no se ha visto en otra parte, porque en el pueblo de Uruápan se coge en todos los tiempos del año trigo; así en una parte va naciendo, en otra espigando y en otra se está cogiendo, como diré en su propio capítulo.
Fuera de este pueblo se coge en muchas partes mucho trigo como son el valle de Chilchota, Tarímbaro, Maravatío, Guatzindeo, la villa de Celaya, Santiago, Apaceo y Querétaro con que tiene el pan sobrado, y tragina media Nueva España, y así siempre tiene lo necesario. El trato más ordinario es en ganado mayor y crías de mulas, y así hay estancia donde se hierran catorce mil becerros todos los años.
De las frutas que nuestra España celebra, se dan en cantidad como es la uva, el membrillo, el durazno, la granada y pera; y verdura, como si fuera la Italia de este Occidente. Todo el año
hay naranja y lima, limón real y gentil, y cidras; ciruelas de Castilla y naranjas de China y toronjas tan grandes como un melón, los ates ó chirimoyas, son muy ordinarios, como los plátanos,
así de Guinea como de esta tierra, mameyes, chicozapotes, pifias y melones; y lo que es más de estimar es que de todas estas frutas se hacen conservas, y almíbares preciocísimos.
Cógese infinito cacao y achiote y caña dulce en abundancia, y así hay muchos ingenios y trapiches
de azúcar, con que se enriquecen y llena el comercio y trato de Michoacan. Dáse infinita
cañafistola tan importante á la salud humana que hubo médicos que dijesen: que era bastante á
hacer inmortales á los hombres. Tributa el Matlalisztli y Zacualtipan purgas maravillosas, y
también la yerba que llaman de Michoacan, tan buena como todas: hay otras muchas que cada
día exprimentamos.
Con que verás Lector cuán poderoso es Dios, que en una Provincia tan pequeña, que no es más que un girón que corre de Oriente á Poniente de longitud cincuenta leguas, desde el pueblo de Tzitácuaro
hasta el de Jiquílpan, que son los polos de este cielo, otras pocas más ó ménos de latitud, ha
dado frutos con tanta abundancia, que solo la admiración es bastante para alabarla porque á
mí me agota: copia me inopem fecit.
Tomado de:
Crónica de la Orden de N. Seráfico P. S. Francisco
Provincia de San Pedro y San Pablo de Mechoacan en la Nueva España.
Compuesta por el P. Lector de Teología
Fray Alonso de La Rea
de la misma Provincia.
Dedicada a N.P. Fr. Cristóbal Vaz, Ministro Provincial de ella.
Año de 1639.
Con Privilegio.
En México por la viudad de Bernardo Calderón.
Año de 1643.
Edición de la "Voz de México"
México
Imprenta de J.R. Barnedillo y Cía.
Montealegre Num. 15
1882.
Páginas 13-15
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